lunes, 13 de febrero de 2017

El poder de la mirada, la mirada del poder

La mirada es un dominio. Ser mirado es estar expuesto. Mirada y desnudez son polos de un mismo acto. Cuando miramos develamos o desvelamos: quitamos los velos o el sueño. Ser objeto de mirada es como andar desnudo. Cuando alguien nos mira ejecuta en nosotros una expoliación. Pensemos que buena parte de la "urbanidad de la mirada" estriba en ese no desnudar de una vez, en mirar con cierto disimulo, en mirar discretamente. Y en esa misma urbanidad del mirar se inscriben también el pudor y la perversión. 

 Rostros y máscaras de la comunicación - FERNANDO VÁSQUEZ RODRÍGUEZ.

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